lunes, 30 de abril de 2012

Purity. Jackson Pearce

  Jackson Pearce es una de las autoras que más me gustan. Quizás, como me pasa con otras, me ciega la parte de adoración asociada al idealismo que me hace pensar "quiero ser como ella" (y eso que le veo defectos), pero siempre tendrá un hueco en mi altar porque ella, junto con Maggie Stiefvater me dieron el empujón que necesitaba para volver a escribir.

  Purity, si mi memoria no me falla, fue una de sus primeras novelas y hasta ahora no había conseguido venderla, antes tuvo que publicar "As you wish" y parte de la saga de "Fairtale retelling" que tanto me gusta. La historia que nos cuenta es un tanto polémica, depende de cómo queramos verla, pero creo que está muy bien llevada, y eso es lo que le ha dado las cinco estrellas.

  Shelby prometió a su madre antes de que esta muriera que cumpliría tres cosas que le pidió. Ella no pensaba que su madre iba a morir cuando las prometió y años después, esas promesas marcar su día a día y en consecuencia su vida. La implicación de su padre con la iglesia y la celebración del baile de las princesas ponen en jaque el cumplimiento de dichas promesas y Shelby tiene que tomar decisiones precipitadas y no tiene mucho tiempo.

  Visto así no parece que haya mucha polémica ¿verdad? Pues esta nace de que la decisión precipitada que tiene que tomar es perder la virginidad antes de que se produzca el baile, porque en dicho baile Shelby tendrá que prometer que vivirá una vida "pura" hasta que se case y en eso no entra el sexo para nada. Si con esto mezclas la iglesia y la búsqueda de un chico para cumplir ese trámite... pues tienes la polémica servida.

   Lo que me gusta de este libro, lo que más me gusta, es que Shelby suena como una adolescente de verdad. Muchas veces, yo misma lo hago, las protagonistas de los libros juveniles caen en el error de ser más adultas de lo que su edad refleja, y sin embargo, Shelby no lo es.

  Cinco estrellas para este libro que además se lee fácil y que es agradable. Te deja con sensación de querer más pero no con la sensación de no estar cerrado. Como diría mi querida Anne: "deja espacio para la imaginación"

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